lunes, 8 de octubre de 2012

sábado, 6 de octubre de 2012

AMANECER







Algo me  ha despertado.

           Un grillo se oye a lo lejos, rompiendo el negro silencio de mi noche.
           Noto que algo se avecina y no sé que es.
           Mi reloj marca las seis. Es noche cerrada.
           Desde mi ventana veo parpadear la luz del faro de Cabo de Palos.  Dos luces en un segundo , desaparecen y
           vuelven a verse al pasar cuatro segundos más.
          Todo en orden, la calle está vacía y silenciosa.  Pasa un tiempo, no sé cuanto y el cielo comienza a cambiar.

           Ahora tiene una zona algo gris. Poco a poco, despacio, sigue cambiando y un tinte rosa  comienza a aparecer.
           No puedo apartar mis ojos  de esa maravilla que hoy, gracias a ese ruidoso grillo, estoy contemplando.
           Unas nubes viajeras  van apareciendo teñidas de rosa y amarillo. El cielo, ahora, es gris claro con algo de azul y,    
            como surgiendo del mar lentamente, a su paso, aparece un disco naranja, que sube y sube, sin detenerse  como   
            diciendo ¡Aquí estoy yo!  ¡EL ASTRO DEL FIRMAMENTO!
           
           Un amanecer es algo tan bello que debíamos contemplarlo de vez en cuando y, a ser posible, un amanecer en el mar.
           Hoy he sentido lo mismo que un día ya muy lejano, en que vi nacer, por primera vez, a un niño.


         Mar de Cristal  Verano 2012

              Dolores López Vinader

Hijo del viento y del fuego

 

 

 

Poema del día: "Hijo del viento y del fuego", 

de Michel Feugain (Camerún, 1975)

Umbral del campo
asomarse a la puerta del paraíso
allí surge de la tierra la medicina
la medicina gratuita pura purísima
recuerdo que los papagayos emitían sus sonidos
anunciándome en su lengua tu nacimiento
yo hijo del viento y del fuego
celebro el ingenioso
parto de un elefante
el rincón del mundo de donde vengo
es así de mágico de sencillo.

Por respeto al Orden
la luna vela en cada sombra:
cómo tocar el tambor
sin la fuerza de la luna
cómo caminar en el bosque
ir a buscar nuestra pareja
sin el ojo luminiscente de la luna
la pareja encontrada se deja besar
bajo su misteriosa vigilancia.

Al nacer un niño
los ancianos
lo presentan a la bendita
cara de la luna
y piden para él que permanezca
a salvo de toda enfermedad.
Incluso de este exilio.

Michel Feugain en Entre sombra y ceniza (Ediciones Baile del sol, Madrid, 2012).

SERENIDAD






 

 Serenidad



Retomo las huellas de mi vida... 
vuelvo a esos días de afectos sinceros,
 tiempos en que los "te quiero" no usaban disfraces 
y construía castillos de arena en la playa felicidad.
   
¡Deseo respirar la brisa del mar!
dormir tranquila con el dulce hasta mañana de mamá,
soñar con las aventuras del nuevo día...
descubriendo tesoros escondidos en las doradas arenas.

 
Serenidad... ¡por favor abrázame una vez más!
necesito dejar la apatía de lado...
cantar y bailar como antaño. 
No quiero invasoras olas de recuerdos
ni deseo ahogarme en el mar de mis lágrimas,
construiré nuevos sueños en un eterno presente.

¡Es la única forma de recuperar mi paz interior!

Querida vida, nunca dejas de sorprenderme,
cuando escribía para olvidar. el amor se acordó de mí...
Y.. la serenidad entro suavemente por la puerta de mi alma.

Valeria Valoska