sábado, 22 de diciembre de 2012

Matilde Alba Swann


 


Esta lluvia, el perdón, y mis rosales





Y la lluvia sonríe, canta dentro
del cristal que me habita
y repercute
sobre un suelo ya antiguo
en otras lluvias, y otras tardes miradas
desde lejos.
Mi ventana de ver el mundo, abierta,
y mi puerta a algún náufrago,
descubro
que no hay puertas,
que nunca hubo ninguna
para abrir, ni cerrar; que estuve afuera.
Y esta lluvia...
La tarde me habla quedo
como un hombre, cansado ya de días,
que repite y repite la aventura
no vivida,
y es su única aventura.
Que no sea la noche aún, imploro;
que esta penumbra se prolongue
y siga.
Que no llegue la sombra, que no arribe
la hora parda,
y el agua me columpia; recién nazco,
es temprano, necesito
de la gracia de un pétalo de tiempo,
del milagro de dar
mi voz exacta.
Un rocío ya apenas, esta lluvia
se ha quedado fulgiendo
en las corolas
amarillas y rojas de mi patio.
En cada gota –yo te absuelvo– escucho,
de la espina y la herida
que causaste.
Esta lluvia, el perdón, y mis rosales.
Emplumada de gris, vuela la tarde.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Bitter Conch: Una chica con suerte

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viernes, 7 de diciembre de 2012

AGRADECE...

 

 

 

Siéntete tan agradecido a la existencia como te sea posible… por cosas pequeñas, no solo por las grandes… por el simple acto de respirar. No tenemos ningún derecho sobre la existencia, de modo que aquello que se recibe es un regalo.

Desarrolla cada vez más la gratitud; deja que se convierta en tu estilo. Agradece a todos.

Si se entiende la gratitud, entonces se agradecen las cosas que se han hecho de forma positiva. Incluso se agradecen las cosas que se han reali­zado negativamente. Agradece de que alguien te ha ayudado; este es solo el principio. Luego se empieza a agradecer que alguien no te hiciera daño… cuando podría haberlo hecho; fue amable.

Una vez que se entiende el sentimiento de gratitud y se le permite penetrar hondo en el ser, se empieza a sentir gratitud por todo. Y cuanto más agradecido seas, menos te quejaras y gruñirás.

Cuando desaparecen las quejas, también desaparece la desdicha, ya que esta existe con la queja. Está enganchada a las quejas y a la mente propensa a quejarse. Es imposible que exista con la gratitud. De manera que este es uno de los principales secretos que hay que aprender.

Osho.



sábado, 1 de diciembre de 2012

andres rueda: Allí donde no hay márgenes

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