El Demonio de la Violencia.
Hay
un mundo de violencias con el que las personas, lentamente, acaban
identificándose. Es la violencia - sólo por citar algunos casos- que
ejercen los adultos contra los niños, en nombre de la educación, pero
que es fruto de la comodidad y de la impaciencia de aquéllos más que del
crecimiento de éstos, con vistas a una sensata madurez.
Es la
violencia contra los ciudadanos, en nombre del orden y de unos
principios relativos, convertidos en absolutos, que hay que mantener a
toda costa y que son fruto de una incapacidad medrosa de establecer unas
buenas relaciones democráticas.
Es la
violencia contra sí mismo y contra la propia familia, derivada de
dependencias esdrújalas e imperativos sociales que no se tiene el coraje
de romper.
Es la
violencia que se va instalando entre los casados, cuando uno niega al
otro, bien el espacio vital que uno de ellos necesita, bien la expresión
afectiva de la que el otro carece.
Es la
violencia social, fruto de la injusticia, montada sobre un poder
pasajero y que lleva a satisfacciones engañosas y a sobresaltar de
infarto.
Es la
violencia contra el camino del bien o de los grandes valores, que se
expresa en desviaciones desastrosas y, finalmente, en resquemores
culpables y autopunitivos.
Es la violencia del hombre que se hace dios de sus semejantes, siendo así que es solamente hermano suyo.
Son todas
esas violencias que infringen el ideal de la fraternidad y el respeto a
la vida. En el fondo, la violencia es una mentira, quizás bien
disimulada; es un homicidio, quizás disfrazado. El que oprime está
matando, no importa si poco o mucho. Al desfigurar y al ofender a la
verdad ajena, el violento se esta haciendo demonio de sus hermanos.
Aquí es
donde reside la insensatez y la improcedencia de la violencia: el hombre
se erige, injustamente, en señor de la verdad y en dueño de la vida,
apoderándose con su prepotencia de lo que no le pertenece. Entonces se
usa el poder como arma y no como instrumento de aproximación y de
servicio a la fraternidad.
Neylor J. Tonin
Pintura de AndreaFraserLarge
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu visita. Si gustas, deja aquí tu comentario.